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Miércoles, 17 de noviembre de 2021

La contaminación del aire no aumenta el riesgo de infectarse, pero sí aumenta el riesgo de enfermar por COVID-19

La exposición a largo plazo a la contaminación atmosférica se asocia con un mayor riesgo de desarrollar COVID-19 entre aquellas personas que se infectan, concluye el estudio COVICAT liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro apoyado por "La Fundación La Caixa", y co-dirigido por el GCAT'Genomes for Life-Germans Trias y Pujol Research Institute (IGTP), Badalona. El estudio, publicado en Environment Health Perspectives, proporciona más pruebas sobre los beneficios para la salud de reducir la contaminación del aire.

Una serie de estudios sugieren que las regiones con mayores niveles de contaminación del aire antes de la pandemia tuvieron una mayor incidencia de casos y muertes por COVID-19. Sin embargo, los motivos de esta asociación todavía no están claros; la contaminación del aire podría favorecer la transmisión del virus por el aire, o podría aumentar la susceptibilidad de un individuo a infecciones o enfermedades. "El problema es que los estudios anteriores se basaban en casos notificados, es decir, que habían sido diagnosticados, pero se perdieron todos los casos asintomáticos o no diagnosticados", dice Manolis Kogevinas, investigador de ISGlobal y primer autor del estudio.

El equipo de investigación decidió combinar la tecnología desarrollada por el equipo de Carlota Dobaño para medir los anticuerpos específicos del virus en una cohorte de adultos residentes en Cataluña (la cohorte COVICAT), con información sobre la exposición a largo plazo de estos individuos a los contaminantes atmosféricos (NO2, PM2.5, carbono negro y ozono).

"Este es el primer estudio que realiza un cribado masivo de anticuerpos específicos del SARS-CoV-2 en una cohorte de adultos para examinar la asociación entre su exposición residencial a la contaminación del aire antes de la pandemia, la infección por SARS-CoV-2 y la enfermedad", dice Cathryn Tonne, autora principal del estudio junto a Dobaño.

El estudio incluyó a 9.605 participantes entre los que había 481 casos confirmados (5%). Además, se extrajeron muestras de sangre de más de 4.000 participantes para determinar la presencia y cantidad de cinco antígenos virales de anticuerpos IgM, IgA e IgG. De éstos, el 18% tenía anticuerpos específicos para el virus, pero no se halló ninguna asociación entre la infección y la exposición a los contaminantes del aire. Sin embargo, entre los que eran seropositivos (es decir, se infectaron), se halló una asociación entre una exposición más alta en NO2 y PM2.5 y niveles más altos de IgG específicos para los cinco antígenos virales (una indicación de una carga viral más alta y/o de la gravedad de los síntomas) .

Para la población total del estudio (los 9.605 participantes), se encontró una asociación entre una mayor exposición a NO2 y PM2.5 y la enfermedad (síntomas), especialmente para los casos graves que terminaron en el hospital o en cuidados intensivos. La asociación con PM2.5 fue mayor para los hombres de más de 60 años y personas que vivían en zonas socioeconómicamente desfavorecidas.

"Nuestro estudio proporciona la evidencia más sólida a nivel mundial sobre la asociación de la contaminación del aire ambiental y la COVID-19", dice Kogevinas. "Estos resultados están en línea con la asociación entre la contaminación del aire y la hospitalización descrita para otras enfermedades respiratorias como la gripe o la neumonía". La contaminación del aire también podría contribuir favoreciendo el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, respiratorias o otras crónicas, que a su vez aumentan el riesgo de sufrir la COVID-19 grave.

"La combinación de riesgos genéticos individuales que hemos identificado previamente en individuos de COVICAT y estos nuevos datos sobre el impacto ambiental causado por la exposición a la contaminación atmosférica, contribuirán a entender la compleja interacción y los mecanismos subyacentes a la gravedad de la COVID- 19", dice Rafael de Cid del IGTP.

Los autores concluyen que los resultados proporcionan un soporte adicional de los beneficios en la salud pública de reducir los niveles de contaminación del aire y destacan la influencia de los factores ambientales en las enfermedades infecciosas.

Artículo original

Kogevinas M, Castaño-Vinyals G, Karahcaliou M, et al. Ambient air pollution in relation to SARS-CoV-2 infection, antibody response, and COVID-19 disease: a cohort study in Catalonia, Spain (COVICAT study). 2021. Env Health Persp

K

Mapa de la ubicación residencial de la población total del estudio por estado de enfermedad COVID-19; participantes con COVID-19 (triángulos azules) y no enfermos (puntos amarillos).